jueves, 26 de agosto de 2010

Vida y muerte,

En mi castillo construido de palabras, en el que soy la reina absoluta, sufro escuchando a Janis Joplin. Su voz se desgrana desde los auriculares a mis oídos, sangra su voz, baja en un torrente de notas directo hasta mi emoción. No se choca con nada, va a mi carne viva, a lo que siento y me sacude como una descarga eléctrica.
cómo pudo suicidarse? cómo es posible que la música y las palabras no la salvaran...
A veces pasa que las palabras se vuelven espadas, los silencios se vuelven dagas, las letras se vuelven espinas. Todo daña, todo destruye y no queda más que terminarlo.
Las propias palabras que dan vida, matan.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Tópico mío.

Aquí estoy en mi reino hecho de palabras y de sentidos. TEngo que redactar, escribir miles de cosas para otros, para decir qué hacer, para informar, para convencer de que lo que hacemos está bien pero ahora no quiero hacer esto. Quiero escribir lo que mis reales dedos deseen desde sus reales ganas. Un momento de paz para sufrir a gritos y en silencio o para protestar.

Mi mundo de palabras.

Este es mi pedacito de pantalla. Es mi recuadro. Me reafirmo como dueña absoluta de este segmento del mundo binario. Acá mando yo. Acá soy reina y dueña de lo que digo. Me hago cargo.
Este es mi pedacito de cielo: para desangrarme si quiero, o para convertirme en diosa o loba o ausente o niña o fuego o agua o nada. Nadie puede evitarme, nadie puede dejar de quererme, nadie puede juzgar mis actos.
este es el lugar de mi entera voluntad donde puedo jugar a que Dios es mujer y soy yo.
Y como soy la Creadora decreto que este esta es una tierra donde las palabras se materializan, los poetas son los dadores de pan y de agua, las mujeres enamoradas son las manos que brindan consuelo y las resginadas, se miran las líneas de la mano. Es mi mundo y digo que los hombres de sonrisas amplias custodian los recuerdos y los niños y los ancianos cuentan cuentos en los parques.
Es mi mundo, mío, imperfecto con dos lunas que coexistan en el cielo y enloquecen de fiebre y delirio a las lobas que aullamos a sus brillos inconmensurables.

martes, 24 de agosto de 2010

Sigo a la luna que no me mira. Sigo a la noche que me persigue y me ata, me tortura, me desprecia. Sigo, implacable el hálito de tu perfume entre terrenos de bruma. TE persigo, te persigo. Pronto eentenderé, porque ya lo entiendo, que persigo una imagen inventada. Pero me gusta. QUiero seguirla. Cuando llegue la mañana, cuando llegue el sol, serás el recuerdo de una noche de fiebres y sudores, de deseos y humedades, Ahora sos una posibilidad y aún la disfruto, la degusto. Efímera, vacía, pronta a ser olvidada.

lunes, 23 de agosto de 2010

Voy a cumplir cuarenta años. Bueno, dentro de dos años. Pero no importa que algunos meses me separen de esa fecha y tampoco importa que 40, 41 o 60 sean lo mismo. Importa el hecho de que será un hito en mi vida. Un momento en el que deberé hacer una retrospección. Algunos creen que me importa que el tiempo pase porque me niego a decir mis años y juego con que el mundo entero es mayor que yo. Es solo un juego que me divierte.
La realidad es que verdaderamente voy a cumplirlos. ¿Qué le pasa a una mujer cuando cumple los 40? Se vuelve más sabia, dicen. Lo dudo, digo. Se vuelve más sexy, dicen también. Lo dudo, también. La verdad es que no sé lo que pasa. Si alguien me lo quiere explicar lo agradeceré. La cosa es que... no sé si quiero saberlo.
Tengo que desmenuzar hechos:
ya no soy joven, pero tampoco vieja.
Ya no me creo nada, pero ansío creérmelo.
Ya no espero nada de nadie, pero cómo me gustaría que me sorprendieran.
Quiero convencerme de que me creo, pero no.
¿Hay que dejar que la vida siga? ¿Hay que amoldarse a ella? ¿Hay que hacer como si nada pasara y cubrir las necesidades básicas del día a día? ´
Son tantas las dudas que tengo y no.
Creo que voy a entrar en una segunda adolescencia. Que los 40 son la adolescencia definitiva, pero la real; más amarga que la anterior porque ya se vivieron todas las desdichas y los desencantos. Se acabó la inocencia. Creo que es eso: los 40 son la madurez de las ilusiones, la muerte definitiva de la inocencia.

Palabras de textos que mutan.

Todo el mundo quiere escribir cosas geniales y que otros miles se las lean y digan oh, ah, uh, con sus ocurrencias magníficas. Yo quiero escribir, simplemente. Quiero poder poner en palabras escritas, que pueda verlas, disfrutar de sus formas, de sus tamaños, de sus combinaciones en la pantalla, lo que no puedo sacar de adenro mío de otro modo, lo que no puedo contarle a mis amigas,no porque sea secreto sino porque para torturarlas con cuestiones filosóficas es too much.
Mis amigas son buenas minas. ¿Para qué complicarles más la vida?
Quiero escribir para poder pensar. QUiero escribir para poder entenderme en este tiempo de confusión.
La gente no se escucha, no se lee. No se piensa a sí misma. Eso es un problema porque se analiza a partir de lo que proyecta en otros. No quiero proyectarme, quiero vivirme. Quiero empezar a entender mi mundo que es diferente al de cualquier otro. Existen tantos mundos como habitantes posee este planeta y a veces la estupidez más grande es pensar que podremos encontrarlos, contactarlos, reunirlos.
Este blog va a mutar y espero que mute porque pasarépor diferentes etapas aunque sea una sola. Pienso en la Rosa Mutabile de Federico García Lorca. Pienso en que tal vez en la raya de lo oscuro yo también me comenzaré a deshojar o al menos a deshojar mis textos en este blog.

domingo, 22 de agosto de 2010

Andará de vacaciones.

No creo en la inspiración. Como estoy segura que los escritores genuinos, tampoco. Es un buen recurso del márquetin literario, como no. Pero a la hora de los bifes, en el momento en que hay que sacarla a relucir, no existe.
No creo en las musas. No creo en el susurro del Espíritu. QUisiera poder creer en eso, quisiera. Pero no puedo. O no soy digna de las musas, o la inspiración pasa de mí, como diría Serrat, o soy tan inicua que el Espíritu prefiere ir a susurrarle cosas a los puros.
Creo en el trabajo. Creo en que somo seres intertextuales, seres llenos de influencias, seres curiosos, seres pensantes, seres críticos. Creo en que para decir algo hay que tener algo en la cabeza con qué asociarlo.
Así que, ya que hemos dejado las cosas en claro, seguiré escribiendo. Lo que me plazca. Eliminaré las palabras innecesarias y seguramente dejaré otras, igualmente innecesarias pero que me gustan. De eso se trata la escritura: de libertad. La libertad con que la que JMG Le Clézio escribe y no le entiendo nada. La Libertad con la que Galeano juega con el lenguaje e inventa palabras y lo adoro. La libertad con que Cortázar nos mete a la fuerza, a las patadas en otras realidades y otros mundos. La libertad de poder decir ahora no sé qué más decir porque, como notarán, la inspiración me ha abandonado.