domingo, 11 de agosto de 2024

El señor Goity, Monsieur De Bergerac, il signore Pirandello.

  

Ayer, 10 de agosto de 2024, pude ver en el Teatro San Martín una obra clásica: Cyrano de Bergerac. El contexto era perfecto: una noche tranquila en Buenos Aires, la cómoda sala Martín Coronado alejándonos del frío y abrazándonos, los espectadores bastante educados (salvo  dos o tres celulares, algún tosigoso y algún que otro conversador anulado en el acto), las ganas del público de darse a la magia del teatro, un elenco variado y exquisito, una escenografía asombrosa, una adaptación bien hecha y una enorme expectativa por lo que vendría volvieron una representación, para algunos, común de una obra clásica mil veces representada, en un día para el recuerdo.

Tal vez porque en algún momento de la obra se dijo la palabra meridiano o meridional me puse a pensar en Luiggi Pirandello y en sus personajes buscando un autor. En algún momento este dramaturgo italiano postula que los personajes son eternos mientras que los actores son efímeros porque al ser de carne y hueso, tarde o temprano van a morir; sus personajes, no porque serán reencarnados por otros una y otra y otra vez. Es lógico lo que expresa il signore Pirandello; sin embargo, anoche vi desplegar su calidad actoral al Sr. Goity (me da vergüenza nombrarlo por su apodo, Puma, tampoco es que nos conozcamos y él me haya autorizado a tomarme esas confianzas). Si antes dije que esta representación quedará en el recuerdo, no solo me refería al mío porque me asombró y me cautivó el trabajo de este actor; sino también fui testigo de que les pasó lo mismo a muchos más en la sala al escuchar fragmentos de lo que decían mientras salíamos.

La cantidad de texto que tuvo que memorizar es asombrosa, la forma en que las palabras brotaban de su ser, porque no se distinguía si salían de su boca o de su cuerpo entero pues bailaban en el aire, presionaban, pinchaban o herían (Y al final, te hiero); las frases susurradas, las entonaciones, la velocidad al pronunciar algunos párrafos, los gritos; la postura de su cuerpo, los movimientos…. Todo era un imán que cautivaba a la sala. Cuando él hablaba bajito, la sala entera se hacía chiquitita y cuando desplegaba su dinamismo, los espectadores, sentados y todo, se movían al ritmo que él imponía. Cuando Cyrano hablaba de amor y se emocionaba, el desconocido a mi lado y yo lloramos hermanados por la misma emoción como si nos uniera ese puente líquido entre la obra él y yo…

Un elenco de notables lo acompañaba, una Roxanne de voz arrabalera que me llevaba del extrañamiento a la ternura y señores actores como Mario Alarcón, Fernando Lúpiz o Daniel Miglioranza eran los pilares necesarios que posibilitaron que Cyrano pudiera ser. Creo que fue necesaria una dirección impecable como la del Sr, Willy Landin para que  la obra se transforme en este recuerdo eterno en el que se convertirá a partir de las múltiples decisiones que habrá tenido que ejecutar con el fin de que toda esa poesía, esas metáforas, esos símbolos, toda esa belleza se vieran reflejados en el escenario. 

Pirandello habla de personajes eternos, yo creo,

que si il signore hubiese presenciado la actuación de anoche del Sr. Goity, hubiese cambiado de opinión: hay actores que también son eternos. 

jueves, 18 de julio de 2024

El hallazgo extraordinario

 


Miércoles 17 de julio de 2024 desde la mañana que estoy en búsqueda de algo que no sé qué es, a la noche voy a ir al teatro, debe ser eso.

Buenos Aires está tranquilo, es un gato en reposo por las vacaciones de invierno. Duerme y ronrronea lejos de la actividad habitual.

El teatro el Picadero es uno de mis preferidos y de la obra no sé nada salvo la reseña de la página de la compra de entradas.

Sigo en la búsqueda de algo que no sé que es. Me siento en mi butaca y espero. Lorena Vega y Valeria Lois aparecen y desaparecen porque Aurora y Blanca toman sus lugares… Dos nombres luminosos que le dan ritualidad a la serendipia que descubro.

Digo serendipia, palabra medio inventada, medio de moda pero que viene de la literatura y me gusta. De pronto encuentro lo que no estaba buscando, la serendipia de la palabra.

Siendo espectadora de lo que buscaba pero no encontraba, encontré lo que no buscaba: la ceremonia del lenguaje.

Palabras, muchas palabras que construyeron un universo de nieve desrromantizada, de viento que hacer sonreír, de ballenas-hermanas, de venganzas semánticas, de muchas metáforas (y de pocas metáforas).

Palabras largas como  ensordecedor, impoluto, pavote, metonimia y otras dolorosas como muerte, padre, olvido, tristeza, muerte otra vez y alguna otra vez más…

Palabras luminosas como Aurora y Blanca y Planca y Planca y Planca… Palabras oscuras como Ulises o "colilocas" como Ulises.

Las palabras sufren, creo yo, en una sociedad que prefiere las de siempre, las gastadas, las berreadas, las usadas y malusadas y encontrar una obra que además de ser bellísima, las entronice, las emperejile y se prosternen antes ellas (sí, ese es Neruda) fue mi hallazgo, mi serendipia.

Vi la vida de dos mujeres, viví la mía propia; vi el dolor ante la muerte de otro, viví mis propias reflexiones sobre ella. Extremos, dolores, risas, la necesaria vulgaridad, la deseada sutileza… Todo está en esta obra extraordinaria que muestra una vida extraordinaria desde un hallazgo extraordinario. Gracias. Muchas. Muchísimas.

domingo, 9 de junio de 2024

Heráclito y las hermanas Marull

 


Dicen que dicen que un tal Heráclito comentó que nadie se baña dos veces en el mismo río… Bueno,  Heráclito, yo lo hice. Fui dos veces a ver “Lo que el río hace” con las hermanas Marull en el teatro Astros. La segunda vez fue en junio de 2024.

Es cierto que fui al mismo teatro, es cierto que la escenografía era la misma, es cierto que el vestuario era el mismo, es cierto que la obra era la misma y que yo era la misma. Todo eso es cierto. Pero… por algo Don Heráclito pasó a la eternidad: nada fue igual.

Lloré la primera vez pensando en los procesos creativos; lloré la segunda vez mucho más y por otras cosas. Todo se transformó y fue una metamorfosis maravillosa: la escenografía dejó de ser la misma, la obra, el vestuario, los personajes y fundamentalmente las emociones dejaron de ser las mismas.

Sólo obras bien escritas, bien pensadas, bien representadas pueden provocar un cambio; el que vivimos los espectadores. Ese cambio lo vivimos en las reflexiones posteriores que fueron intensas y que nacieron del lapso en que estuvimos en otra dimensión: la vuelta a las raíces, el amor que no comprendemos hasta que lo comprendemos,  la vida que nos empuja a seguir y a ser, el inconformismo, el redescubrimiento, la aceptación, la necesidad de volver a empezar fueron parte de la charla a la hora de la pizza, del retorno a casa, del tiempo en soledad en que revivimos lo sentido, percibido, experimentado, escuchado, llorado…

El río hace muchas cosas y la obra muchas más. El río no se detiene y las actuaciones, tampoco. El río sigue en su recorrido eterno y nosotros también, pero con muchas más emociones adentro nuestro y un universo de palabras mojadas, cálidas, con acento correntino, con acento porteño, con nostalgia, con alegría, con belleza, con dolor se quedan en nuestro espíritu y todo es nuevo aunque sea la segunda vez que lo presenciamos.

¿Lo que el río hace? Recordarnos que somos humanos y que solo la belleza y el arte nos salvan de una vida que muchas veces quiere pasarnos por encima.

Y sí… Nadie se baña dos veces en el mismo río, Heráclito, es cierto.

martes, 4 de julio de 2023

Amén, Argentina Gospel Singers




 1. Y el Señor dijo: la voz del hombre será el sonido más hermoso de toda la creación.

2. Y dijo también: las voces unidas de los hombres llegarán a lo más profundo del corazón de todos.

3. Y luego agregó: cuando estés en presencia de la energía de las voces de los que cantan en Mi Nombre serás feliz.

4. Fue entonces que creó al Argentina Gospel Singers...

5. Y fue bueno y hermoso.

Bueno, capaz que el Señor no dijo nada de esto pero me gusta pensar que sí lo hizo y nos regaló la belleza de estas voces el domingo 02 de julio de 2023 en la ciudad de Buenos Aires, en el auditorio Ktaft y ese regalo, sí fue maravilloso.

El auditorio está en el subsuelo y a medida que los espectadores bajan, la realidad queda afuera. Arriba, el cansancio, la hora, el frío, la inseguridad, el dolor de muelas... Abajo, el escenario, los espectadores, la belleza, el Gospel y el humo. Mucho humo, eso sí. 

Reig; I believe I can fly; Are you ready for a miracle?; Oh, happy day; Stay with me... fueron algunas de las canciones (¿Himnos? ¿Alabanzas? ¿Oraciones? ¿Plegarias?) que interpretaron con todo el fuego liberador que nos abrazó en esa noche inolvidable. El momento, tal vez, más intenso para mí fue cuando la melodía y la profundidad de Alabaster Box irrumpió blandamente en la sala y la mayor carga energética se liberó  cuando de esas gargantas privilegiadas brotó Mateo, 28.

Dios está en todos lados; pero seguramente, el domingo 02 de julio estaba sentado entre las butacas de un auditorio que está en un subsuelo, al sur del globo terráqueo. Y es posible que como César Vallejo escribió "yo nací un día en que Dios estaba enfermo"; haya muchos seres humanos que escribirán: "Yo nací un día en que Dios estaba escuchado Gospel, en Buenos Aires" Auguro una vida llena de armonía para esos benditos.

En fin, la experiencia de Argentina Gospel Singer fue un renacimiento.

6. Y las melodías bailaron en el alma de los espectadores y los acompañaron mucho tiempo después.

7. Y fue bueno... y ojalá se repita

y... Amén.




martes, 4 de abril de 2023

"Desplegadores" de emociones o raras avis del arte

  



¿Cuántas emociones habitan un cuerpo, un corazón? ¿Cuántas remontan vuelo y se posan en el espíritu humano? 

Preguntas que me invadían el domingo 02 de abril de 2023 cuando estaba sentada en un hermosísimo salón del Palacio Paz mientras disfrutaba de Tosca, la ópera de Giacomo Puccini. Gala Lírica presentó un tiempo de disfrute en el que fue desplegando emociones y nosotros, los espectadores, absorbiéndolas una a una.

Convertirse en "desplegador de emociones" es un arte sutil, delicado que pocos artistas son capaces de desentrañar con precisión. Estos "rara avis" traspasan con su arte el prisma de la belleza y descomponen las sensaciones en matices y colores, como si de la luz se tratara para envolver a los simples mortales que los admiramos en un cálido abrazo de hermosura.

Esa noche la música flotaba en el aire,  brotaba de las cuerdas del piano de la maestra Susana Cardonnet y de las gargantas de Svetlana Volosenko, Fermín Prieto, Gabriel Rabinovich o Cristian De Marco, entre otros. Todos ellos interesantes desplegadores de emociones: los cuerpos vibraban, el nudo en el pecho, las ganas de llorar y de reír, el silencio y el sonido.... Sólo un palacio podría albergar lo majestuoso: un palacio hecho de historia, tiempo, música y emociones.


martes, 25 de octubre de 2022

Territorios del vino



Me gustan las uvas. Son redondas y suaves. Algunas, regalan un sabor dulce que se vuelve seda en el paladar: esas producen una sensación de placidez en el alma. Otras, son contundentes, de sabor intenso, voluminoso, esférico; al morder esos granos estalla en la boca un juego de contradicciones que movilizan cada zona de la razón y del corazón. Las mejores, sin duda, son las maduras que esconden algún secreto, algún enigma en su sabor complejo, arcano, inconfundible.

Anoche, 24 de octubre de 2022, en el Teatro Coliseo de Buenos Aires, todas esas frutas, todos esos racimos jugosos estuvieron disponibles encarnados en la voz, la personalidad, la presencia de tres mujeres: la dulce Silvia Pérez Cruz, la contundente María Gadú y la arcana y sagrada Liliana Herrero.

El teatro se transformó en un inmenso lagar en el que los granos de la música caían de a uno, de a dos, entremezclados, superpuestos, escurridos… Cientos de almas la prensaban y se transformaban en un vino hecho de lágrimas, emoción, belleza que embriagaba al espíritu y lo volvía lúcido a la vez.

Territorios recorridos a través de las notas musicales, del desgarro por lo perdido, de la esperanza por lo que se sabe llegará.

Lorca, Atahualpa, Fito, Caetano, Milton…. Recorrieron también el lagar y brindaron con una sonrisa bebiendo de un amargo cáliz arrebatador como una tormenta.

Anoche, el territorio fue un territorio recreado, inventado, utópico de “eutopía” (el buen lugar). No existe; pero, cómo me gustaría que existiese, no se encontrará en esta tierra pero... ¡Cómo me gustaría que existiese!; sobre todo si el perfume del vino lo empapara y el sabor de las uvas-mujeres que tuve el grandísimo honor de escuchar anoche, lo gobernasen. ¡Salud! 




miércoles, 27 de abril de 2022

Inés Cuello, La Grela y las curiosidades de la meteorología


 

Martes 26 de abril de 2022. Desde temprano todos los noticieros hablan de la alerta naranja en el pronóstico del tiempo en la Ciudad de Buenos Aires y alrededores: granizo, vientos huracanados, lluvia torrencial. Sobre todo al final de la tarde, como a las 20:00 horas.

Martes 26 de abril de 2022. Presentación del álbum "Gardel" de Inés Cuello y La Grela en el Teatro El Picadero, Corrientes y Pasaje Discépolo, Caba, al final de la tarde, como a las 20:00 horas.

Paraguas, pilotos, abrigos, botas de lluvia, gorros para el agua, cartera impermeable.

Piano, bandoneón, violín, contrabajo, violonchelo, voz.

Todo listo para el aguacero. 

Todo listo para que Gardel volviese a la vida en la voz de una mujer: Inés cuello. Todo listo para que las guitarras gardeleanas renacieran en La Grela, Quinteto de Tango.

Gardel llegó con toda la fuerza de una tormenta: más  intenso que el granizo, más que el viento. Todo fue música dentro del teatro: un piano enternecedor, las cuerdas que se iban atando alrededor del corazón de los espectadores que no podían quitar la vista, los oídos y el espíritu de lo que pasaba en el escenario que estaba ahí, tan cerca, tan tocable... Si todos estirábamos la mano, -porque yo estaba ahí, por supuesto, con paraguas, abrigo y cartera impermeable- podríamos haberle acariciado el rostro a Gardel, acomodarle el sombrero, susurrarle al oído: ¿Ves, che, que cada día cantás mejor... sobre todo cuando te deshacés en las cuerdas vocales de una mujer y renacés con otro color, otra intensidad? ¿Ves, che, que un grupo de músicos tan buenos que ni los imaginaste nunca, te vuelven a la vida?

Mi buenos Aires querido, Volver, Soledad, Arrabal amargo, Cuando no estás... Tango tras tango, melodía tras melodía, iban cayendo sobre nosotros; los truenos del contrabajo, el huracán del bandoneón, la brisa helada del violín, el  dulce vendaval del violonchelo formaron la tormenta perfecta, musical, llena de matices que modificó lo tan conocido en algo completamente nuevo.

Y cuando no podía haber mayor perfección, cuando ya estábamos todos humedecidos de armonías apareció como un relámpago Lidia Borda y ya el chaparrón de tango se descargó sobre nosotros definitivamente. Quedamos empapados de música y limpios por dentro porque la tempestad que se abatió sobre nosotros se llevó todo lo malo y nos dejó el alma limpita, limpita. 

Afuera, no llovió. Ni una gota. Ni una.