20 de septiembre de 2025, las historias sobrevolaban el
Paseo La Plaza en la Avenida Corrientes de una Buenos Aires empapada por una
lluvia pre primaveral.
Sobrevolaban sí, pero eligieron hacerse voz y palabra en la
persona del escritor Marcelo Birmajer quien en “Birmajer se hace cuento”
decidió contarnos algunas de la muchísimas narraciones y relatos que ha escrito
a lo largo de su vida.
Comenzó contando que tal vez se haya convertido en escritor
profesional porque perdía los útiles escolares y para recuperarlos “vendía” un
cuento, un chiste y una noticia escritos en un papel glasé prestado. Grata fortuna
la del perdedor de útiles, pensé, porque a lo largo de los años le dio la
posibilidad de la evocación.
Y de esa manera lo sentí. Caminamos por un sendero de
evocaciones transformadas en cuentos, con detalles seguramente inventados o
trastocados… Sin embargo, eso es lo que amamos quienes leemos o quienes nos
embelesamos -como anoche- con las historias que otros escriben, los que necesitamos
de la Literatura para existir. Fue un universo que evocamos, convocamos,
revocamos todos juntos tanto en lo que el escritor contaba como en lo que
nosotros traducíamos, acomodábamos, interpretábamos adentro de cada quien.
La música no faltó; las risas, tampoco; la emoción, menos.
No importó si el cielo se vino abajo en un momento, no
importó si había que volver otra vez a lo cotidiano al terminar ese tiempo. Durante
más de una hora solo fuimos seres construidos de palabras y de historias.
Gracias, al perdedor serial de útiles por regalarnos algo para evocar, para recordar.
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