Un problema del hombre es reconocer dónde está la verdad. No hay verdad en muchos de los hechos cotidianos, en muchas de las historias que nos cuentan, en muchas de las palabras de los hombres. Sin embargo hay una verdad incuestionable: la muerte.
Podemos desconocer una gran cantidad de cosas pero nunca desconocemos el hecho de que vamos a morir.
Como muere la tarde.
Como mueren los pájaros.
Como muere todo lo que amamos.
El desconocimiento del momento es lo que nos insufla cierta esperanza. Es una tortura infinita conocer el instante final; preferimos ignorarlo con la idea de que no está. Pero está. La muerte nos acecha. Cuando ronda cerca nos congela el corazón por los hijos que se quedan sin madre, por los hermanos que se quedan sin hermanos, por la vida que deja de latir.
La muerte prematura es difícil de entender y por eso escribo sobre ella. Aunque la poesía es capaz de hablar de ella de una manera más auténtica, más intensa. Vuelvo a Macedonio Fernández para expresar:
LA MUERTE NO ES LA NADA
La Muerte no es la Nada, sino que nada es.
El Nacer no es la Vida, sino que nada es.
Equivócase, por terrenal, el Corazón si te llora
pues en nuestra mente estás, y estuviste antes de sernos visto
En nuestra mente todo lo que eres, está
pues nunca estuviste sino en nuestra mente
y nuestra mente es la única que jamás existió.
Amarte, pues, debemos, pues que vives
y no Dolerte, pues no cabe perderte.
Según Macedonio no podemos morir porque tanto la muerte como la vida no son nada. Sin embargo, estamos aferrados a la vida desde el corazón terrenal pero nuestra menta es tan eterna como la vida y como la muerte y tan inexistente como ellas también. Por lo tanto la vida es eterna dentro de la mente y el dolor es innecesario porque si la vida no existe y tampoco la muerte el dolor no es más que un espejismo.
Me siento tentada a pensar así, me gusta la lírica idea de una muerte que no es tal. Pero es y está y llega.
De entre todas las mentiras humanas, la Literatura es la más bella; de entre todas las verdades humanas, la Muerte es la más absoluta.