domingo, 9 de junio de 2024

Heráclito y las hermanas Marull

 


Dicen que dicen que un tal Heráclito comentó que nadie se baña dos veces en el mismo río… Bueno,  Heráclito, yo lo hice. Fui dos veces a ver “Lo que el río hace” con las hermanas Marull en el teatro Astros. La segunda vez fue en junio de 2024.

Es cierto que fui al mismo teatro, es cierto que la escenografía era la misma, es cierto que el vestuario era el mismo, es cierto que la obra era la misma y que yo era la misma. Todo eso es cierto. Pero… por algo Don Heráclito pasó a la eternidad: nada fue igual.

Lloré la primera vez pensando en los procesos creativos; lloré la segunda vez mucho más y por otras cosas. Todo se transformó y fue una metamorfosis maravillosa: la escenografía dejó de ser la misma, la obra, el vestuario, los personajes y fundamentalmente las emociones dejaron de ser las mismas.

Sólo obras bien escritas, bien pensadas, bien representadas pueden provocar un cambio; el que vivimos los espectadores. Ese cambio lo vivimos en las reflexiones posteriores que fueron intensas y que nacieron del lapso en que estuvimos en otra dimensión: la vuelta a las raíces, el amor que no comprendemos hasta que lo comprendemos,  la vida que nos empuja a seguir y a ser, el inconformismo, el redescubrimiento, la aceptación, la necesidad de volver a empezar fueron parte de la charla a la hora de la pizza, del retorno a casa, del tiempo en soledad en que revivimos lo sentido, percibido, experimentado, escuchado, llorado…

El río hace muchas cosas y la obra muchas más. El río no se detiene y las actuaciones, tampoco. El río sigue en su recorrido eterno y nosotros también, pero con muchas más emociones adentro nuestro y un universo de palabras mojadas, cálidas, con acento correntino, con acento porteño, con nostalgia, con alegría, con belleza, con dolor se quedan en nuestro espíritu y todo es nuevo aunque sea la segunda vez que lo presenciamos.

¿Lo que el río hace? Recordarnos que somos humanos y que solo la belleza y el arte nos salvan de una vida que muchas veces quiere pasarnos por encima.

Y sí… Nadie se baña dos veces en el mismo río, Heráclito, es cierto.