Prefiero el silencio ante los gritos persistentes de la realidad atronadora
Prefiero el silencio a escuchar las quejas de los que perdieron a luz y la decencia hace rato
Prefiero el silencio ante tanta palabra maldita, ante tanta mala fe, ante tanta suciedad de espíritu.
Prefiero el silencio a mi propia voz oscurecida por la derrota.
Prefiero el silencio, sí, pero también tus besos.
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