viernes, 15 de octubre de 2010

Porque las palabras a veces...

A veces no se pueden usar las palabras para construir mundos. Simplemente es imposible.Hoy no puedo construir nada con ellas:

porque me duele el tiempo que se va dejando huellas
porque detrás de una sonrisa muchas veces se esconde un puñal
porque la noche encierra mil historias pero no puedo escucharlas
porque la honestidad se juega al mejor postor
porque un triunfo que duele tanto, no produce alegría
porque la adversidad, a veces, se toma la vida y aplasta los sueños
porque la tormenta tiene tu voz y tiene tus ojos
porque los besos no son suficientes para convertirse en un escudo ante la angustia
porque la verdad pierde valor
porque el dolor gana terreno
porque la alegría se esconde a llorar
porque el odio compró boleto en primera fila y disfruta del espectáculo que representan los hombres arrancándose el corazón unos a otros
porque todo lo que toco me recuerda a tu piel
porque la inocencia actúa de estrella central en una película porno...

Por todo eso hay días en que las palabras pierden valor, pierden significado y se vuelven espinosas, afiladas,lacerantes. Esos días me alejo de ellas. Un poco, lo suficiente para que me lastimen sin desangrarme, me duelan sin golpearme, me busquen sin encontrarme. Todavía puedo borrarlas a todas y empezar de nuevo. Todavía puedo elegir.

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